El jueves pasado el Indec difundió el dato de la inflación de junio, que redondeó un 6%, una cifra que alienta en época electoral pero no logra calmar las expectativas económicas oficiales del corto plazo y mediano. Esta segunda desaceleración mensual consecutiva luego del 7,8% de mayo, está distanciada del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central que había estimado una media del 7,3%, algunas consultoras calculaban que iba a perforar el 7%, mientras que en el equipo económico habían dado por seguro un valor cercano al 6,5%.

La moderación en los precios minoristas está asociada, según los analistas, a una cuestión estacional, a una menor suba de los regulados y a un incremento más leve en los alimentos.

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El índice de precios al consumidor (IPC) subió en junio 6%, lo que representó una baja de 1,8 puntos porcentuales respecto de mayo. Así, medido el primer semestre del año la inflación minorista fue del 50,7% y del 115,6.% en los últimos 12 meses. Durante el sexto mes del año, el rubro de mayor aumento fue Comunicaciones, con una suba de 10,5%, impulsado por los servicios de telefonía y de internet.

También por arriba del promedio se ubicó el ítem Salud, con el 8,6%, por los aumentos en medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga; seguido por Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un incremento de 8,1%, por el alza de la tarifa de electricidad.

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En junio, el rubro de mayor incidencia en todas las regiones del país fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, con una suba promedio de 4,1%. En ese rubro, se destacaron las subas del 33,9% en azúcar; 16,6% en yerba mate; 13,1% en el pan francés; 12,7% en arroz blanco; 13,7% en tomate en conserva; y 12,2% en yogurt firme.

Por el contrario, las bajas más importantes correspondieron al tomate redondo (-26,4%), naranja (-25,9%), limón (-14,5%), lechuga (-5,5%) y pollo entero (-5,3%).

¿Ganó el plazo fijo?

Y como uno de los objetivos del programa económico del Gobierno es mantener el nivel de inversiones en plazo fijos en el sistema financiero, frente a este estado de situación el Banco Central (BCRA) resolvió mantener la tasa de política monetaria y del plazo fijo tradicional en el 97% anual (TNA), al igual que lo hizo el mes pasado, luego de conocerse el dato de inflación de mayo. Con esta decisión de la autoridad monetaria, los plazos fijos seguirán teniendo el mismo rendimiento de casi de 8% en colocaciones a 30 días.

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Sobre esta situación, los analistas evalúan que la decisión del BCRA de mantener la tasa de política monetaria en el 97% anual, responde al contexto de inflación alta y crecimiento económico moderado, y que la autoridad monetaria apunta a combatir ambos problemas con una tasa de interés positiva en relación con la evolución de precios para lograr este objetivo.

Por eso, la pregunta de esos analistas cada vez que se conoce el dato inflacionario es si lo está logrando. Todos calculan si una ganancia del 8% (TEM) en un plazo fijo le gana a la inflación en este momento.

Al respecto, cabe señalar que la tasa efectiva mensual (TEM), que es lo que mira el ahorrista cuando decide renovar su inversión cada 30 días, está levemente por encima de la inflación de mayo y lo mismo sucede con el rendimiento efectivo anual. El IPC acumuló una suba del 50,7% en lo que va del año y del 115,6% en los últimos 12 meses, por debajo del 154,28% de TEA que paga el plazo fijo.